El Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana, junto a otras
organizaciones de mujeres de la región Centroamericana.
31 de enero de 2013
21 de enero de 2013
DIVERSAS ORGANIZACIONES FEMINISTAS Y SOCIALES DICEN NO AL VATICANO DENTRO DEL SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA (SICA)
DIVERSAS ORGANIZACIONES FEMINISTAS Y SOCIALES DICEN NO AL VATICANO DENTRO DEL SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA (SICA)
Como representantes de diversos sectores de la sociedad civil, en el
marco del ingreso del Estado Vaticano como observador extra-regional en
el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), a la opinión pública
nacional e internacional, comunicamos:
El SICA, tiene como
objetivo fundamental la integración de Centroamérica como una región de
Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo, y en tal sentido el ingreso del
Estado Vaticano como observador no contribuye al logro de dicho objetivo
por las siguientes razones:
1. La mayoría de Estados
centroamericanos consignan en sus Constituciones la separación entre
Estado e Iglesias, es decir asumen el carácter laico del Estado. Por
ello la integración del Estado Vaticano en este espacio regional, como
representante de una Iglesia concreta va contra el carácter laico de
nuestras
instituciones, las cuales podrían ser observadas por una instancia religiosa.
2. El Estado Vaticano no es una democracia y no tiene un gobierno
electo por sufragio universal, sino que es un Estado teocrático que se
gobierna mediante una monarquía absoluta, en el que el Jefe del Estado
es cooptado entre un cuerpo colegiado que tampoco ha sido electo. Este
Jefe de Estado concentra los tres poderes: ejecutivo, legislativo y
judicial. Por tanto la presencia de un estado de tales características
no contribuiría a cumplir el primer propósito del SICA, que es
consolidar la democracia y fortalecer sus instituciones.
3. La
inclusión como observador en el SICA de la jerarquía de una Iglesia
concreta tendría un carácter discriminatorio ante las personas que
profesan otras religiones y posiciones filosóficas. En El Salvador el
50% de la población se declara católica y el otro 50% profesa una
religión distinta o no tiene creencias religiosas (Encuesta de
Evaluación año 2012, IUDOP), por lo que se estaría dando un trato
preferencial a la mitad de la población y discriminando a la otra mitad,
entre ella a nuestra población indígena cuya religión fue perseguida
durante la colonización. Esto
lógicamente no contribuiría a cumplir
el segundo propósito del SICA de impulsar “un amplio régimen de
libertad que asegure el desarrollo pleno y armonioso del individuo.”
4. El Estado vaticano no ha firmado la Declaración Universal de
Derechos Humanos y solo ha suscrito 10 de las 103 convenciones
internacionales existentes, que reconocen y amparan los Derechos
Humanos. El informe 2011 de Amnistía Internacional, señala que La Santa
Sede no hizo lo suficiente para cumplir sus obligaciones internacionales
relacionadas con la protección de menores,
específicamente de
abusos sexuales, por su encubrimiento de casos de pederastia cometidos
por sacerdotes de su iglesia, lo que no abona al propósito del SICA de
fortalecer las instituciones sobre la base del irrestricto respeto a los
Derechos Humanos. 2
5. La resolución sobre Genero, Integración
y Desarrollo aprobada por el Consejo de Ministras de la Mujer de
Centroamérica (COMMCA/SICA), señala como su primer acuerdo “Incorporar
la igualdad y la equidad de género como temas estratégicos y
de
alta prioridad, tanto en el SICA como en los Estados que lo integran”.
Sin embargo el Vaticano considera una “falacia profunda esta teoría (de
género) y la revolución antropológica que subyace en ella”(Discurso de J
Ratzinger, Benedicto XVI, Jefe del Esta Vaticano, el 21/12/2012), por
lo que no comparte principios
fundamentales del SICA.
6.
Esta concepción del mundo y posiciones morales nos preocupan
profundamente por las reiteradas actuaciones del Estado Vaticano en las
Naciones Unidas y la OEA, en contra de los derechos de las mujeres, de
la equidad de género y de los derechos sexuales y reproductivos de todas
las personas, pretendiendo imponer
sus concepciones morales y normas de conducta a toda la sociedad.
7. Respetamos el derecho a la libertad de pensamiento y de conciencia y
el derecho a las prácticas religiosas de las diferentes iglesias, así
como a que desarrollen procesos de incidencia en las distintas
instancias del estado y la sociedad, pero no a que se intenten imponer
visiones del mundo y normas y principios morales
particulares a toda la sociedad, otorgando el estatus de Estado a una organización religiosa.
POR TANTO:
1. Expresamos NUESTRO TOTAL RECHAZO al ingreso del Estado Vaticano como
observador extra-regional en el Sistema de Integración Centroamericana
(SICA), hecho que según se ha conocido sorpresivamente se quiere
realizar este día 21 de enero de 2013.
2. Lamentamos que los
gobiernos de istmo y en particular el Gobierno de El Salvador (GOES), no
hayan analizado política y objetivamente tal decisión y, lo peor, que
no hayan hecho previamente las consultas del caso con los diversos
sectores involucrados en la construcción de una sociedad democrática,
inclusiva y respetuosa de los Derechos Humanos de todas las personas,
incluyendo a grupos y segmentos poblacionales que por razones religiosas
han sido históricamente marginados de las grandes decisiones y del
reconocimiento de sus derechos fundamentales.
3. Finalmente,
deploramos el hecho de que al haber aprobado tal solicitud de ingreso al
SICA, los gobiernos de la región hayan dejado en evidencia su falta de
respecto al marco constitucional de cada Estado y al carácter laico de
los mismos; asimismo, que hayan demostrado su incapacidad de despojarse
de sus propias creencias y de renunciar al tutelaje de determinada
corriente de pensamiento religioso, lo cual desdice mucho de su
compromiso por trabajar en la construcción de una real democracia, libre
de toda forma de discriminación, en beneficio de todo el pueblo
centroamericano.
Por la libertad de pensamiento y de conciencia
Por la separación entre Iglesia y Estado
San Salvador, lunes 21 de enero de 2013
17 de enero de 2013
De la memoria del horror a la dignificación
De la memoria del horror a la dignificación
![]() |
Fotografía : Silvia Posocco |
Por Lily Muñoz / Socióloga feminista
Antes
del 24 septiembre recién pasado, Sepur Zarco no significaba nada para
quienes acudimos ese día –y los siguientes- al Juzgado B de Mayor
Riesgo, donde 15 mujeres q’eqchi’es ofrecieron sus testimonios ante un
juez, como prueba anticipada de los crímenes sexuales que el ejército
cometió en contra de su humanidad, en el marco del conflicto armado
interno.
Luego
de escuchar los dramáticos testimonios de las 15 mujeres durante cuatro
días continuos, Sepur Zarco (un destacamento militar ubicado entre Alta
Verapaz e Izabal) se ha convertido casi en un ícono del horror, para las
personas que tuvimos el honor de presenciar ese hecho histórico que
-por cierto- ha sentado un precedente único en el mundo, pues nunca
antes un tribunal nacional había conocido este tipo de crímenes (abusos
sexuales, violaciones tumultuarias, esclavitud sexual, esterilización
forzada, entre otros) vinculados a la estrategia militar genocida
implementada en Guatemala, de manera más descarnada, en los primeros
años de la década de los ochenta.
Los testimonios fueron dibujando poco a poco el modus operandi que
permite arribar a la conclusión de que en efecto, la violencia sexual
que miembros del ejército guatemalteco ejercieron contra las mujeres en
Sepur Zarco, formaba parte de la estrategia militar y, en consecuencia,
es posible deducir responsabilidades a los autores materiales, así como a
los intelectuales, siguiendo la respectiva cadena de mando.
Un destacamento militar, un campo de concentración
Sepur
Zarco hoy, es un monumento al horror, tanto como Auschwitz, el campo de
concentración nazi que en 1979 fue declarado Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la UNESCO, como símbolo de la crueldad humana, en el
que las evidencias de la tragedia [el holocausto] se mantienen para que
se recuerde a las víctimas y para que una catástrofe similar no vuelva a
ocurrir.”[1]
Sepur
Zarco guarda más semejanza con Ravensbrück, el mayor campo de
concentración nazi para mujeres, donde 132 mil personas –mujeres, niñas y
niños- fueron sometidas al trabajo esclavo y miles sufrieron violencia
sexual por parte de los soldados, pero poco se conoce. Este olvido histórico no es casual ni inocuo, como tampoco lo es el hecho de que en Guatemala por décadas enteras se haya olvidado hablar
de la violencia sexual como uno de los graves crímenes cometidos por el
ejército durante la época genocida, aun cuando se trata de un delito de
lesa humanidad. ¿Tendrá esto que ver con que las víctimas fueron
mujeres y además mayas?
Ravensbrück, el infierno de las mujeres, es una obra que recientemente se presentó en España. Los autores se refieren a ella como una
historia bastante reveladora de cómo siempre entre los olvidados, hay
alguien más olvidado todavía, y esto acostumbra a corresponder a una
cuestión de género.[2]
En el
caso de Guatemala es además una cuestión étnica. Por lo tanto, Sepur
Zarco y Ravensbrück son monumentos al horror, que visibilizan a las
mujeres sobrevivientes, como sujetas políticas profundamente
comprometidas con la disputa por la memoria histórica y con su propia
re-dignificación, es decir, con la recuperación de su dignidad, de la
cual habían sido despojadas durante 30 años, tanto por sus victimarios
como por la historia oficial. ¿Acaso no era suficiente con despojarlas
de sus compañeros de vida, hijas e hijos, tierras, casas, animales,
cultivos y de su tranquilidad cotidiana?
Sepur
Zarco y Ravensbrück son mudos testigos de las distintas estrategias que
las mujeres -entonces víctimas-, implementaron para sobrevivir, en medio
de situaciones límite, en las que la única meta asumible era la supervivencia diaria[3],
que poco a poco fue cristalizándose en su clara apuesta por la vida y
por la libertad, no obstante la aniquilación y la esclavitud simbólica y
material a la que se encontraban sujetas.
Importante decisión política: hablar
El
hecho de que las mujeres de Sepur Zarco hayan traspasado las barreras
del terror y roto el largo silencio impuesto socialmente en torno a la
violencia a la que fueron sometidas en aquel infausto 1982 –durante el
régimen de Ríos Montt-, hace que ese destacamento inicie el tránsito de
la memoria del horror a la memoria de la dignificación.
Este
hecho también hace que las protagonistas transiten de la condición de
sobrevivientes a la de sujetas políticas activas y actuantes en la lucha
por la memoria y por la transformación social, a partir de su decisión
política y simbólica de poner sobre la mesa un problema social que esta
sociedad todavía no ha sido capaz de reconocer, de discutir y de
resolver: la violencia sexual en tiempos de guerra y en tiempos de paz.
Sepur
Zarco es sólo el primer monumento al horror que ha sido develado por las
mujeres sobrevivientes a los crímenes sexuales cometidos por el
ejército en Guatemala, pero lamentablemente no es el único.
En la
medida en que más mujeres sobrevivientes se atrevan a romper el silencio
en distintos puntos del país, veremos aparecer con mayor claridad las geografías del terror[4] que
la época genocida construyó para las mujeres en este país. Entonces
tendremos que admitir que ese pasado está más presente que nunca y es
preciso conjurarlo a partir de la justicia judicial, social e histórica,
para que no tengamos más monumentos al horror, ¡nunca más!
Publicado en: La Cuerda. Miradas feministas de la realidad. No. 161, Año 14. Guatemala, noviembre 2012. Pág. 3.
[1] Microsoft Encarta, 2007.
[2] Armengou,
Montse y Ricard Bellis. (2008). Ravensbrück. El infierno de las
mujeres. Colección “El Ojo de la Historia”. España: Belacqua.
[3] Beteta
Martín, Yolanda. La feminidad normativa y la violencia sexual en el III
Reich. La deconstrucción de las identidades femeninas y la explotación
sexual de las mujeres en los campos de concentración y exterminio. Revista Electrónica de Historia El Futuro del Pasado, No. 3, Año 2012. En: www.elfuturodelpasado.com
[4] Oslender, Ulrich. (2010) Geografías del terror en Colombia. Geopolítica(s). Revista de Estudios sobre Espacio y Poder. Vol. 1, núm. 1, Año 2010. En: www.revistas.ucm.es
Publicado por
Prensa Comunitaria
en
22:59
Suscribirse a:
Entradas (Atom)