2 de febrero de 2010

Guardianas de la historia

Lise Marie de Jean, líder feminista de Sopha en Haití nos alertó acerca de la memoria histórica soterrada, cuando en la reunión de más tres decenas de feministas de América Latina y El Caribe en la República Dominicana entre el 26-27 de enero nos dijo que el duelo de las mujeres de Haití es por la pérdida irreparable de tantas vidas “pero también porque en los escombros del local de EnfoFam, por ejemplo, está el archivo histórico de los orígenes del feminismo en nuestro país por ser esa la primera organización.”

Nos contó acerca del daño a Kay Fam, otra organización feminista, de la biblioteca nacional soterrada en el centro de la ciudad, de los centros de documentación de cultura, derechos humanos y demás.

De manera que cuando fuimos a Puerto Príncipe a rendir honores a los miles de personas y las líderes feministas muertas, a solidarizarnos con la gente que había sobrevivido, a llevar ayuda humanitaria mano a mano para mitigar alguna necesidad y a ver qué mas se podía hacer a la vez que cubríamos la noticia desde nuestra mirada feminista, sabíamos que teníamos que ir a hacer una despedida a nuestra memoria histórica haitiana también.

Ya las feministas de la región han decidido en la reunión que cada una de las redes de comunicación va a desenterrar de sus propios archivos las entrevistas y documentos que tenemos en los últimos 30 años con las haitianas. La Red Latinoamericana y del Caribe de Periodistas, Radio Internacional Feminista y el Centro Feminista de Investigación y Acción (CAFRA) lanzan el llamado a las otras.

Al llegar a la ciudad pedimos a Lise Marie que nos llevara al local destruido de Enfo Fanm para documentar el hecho. Una casa de dos pisos en un suburbio cerca de la ciudad. Se nos nubla la mirada ante el viejo letrero con el nombre de la organización que se mece con la brisa del Caribe que azota la destruida construcción de cemento.

Entramos a contrapelo de la primera guardiana de la historia que nos encontramos. Madame Lisie sale de la casa de enfrente a decirnos que ahí no se puede entrar.

Pero ella conoce a Lise Marie, quien anda acompañada de Flavia Cherry con la cámara de RIF. Yo llego más tarde. Ellas filman para contar al mundo. Cuando llego me resisto a hacer mi despedida. “¡Están ahí y están intactos, mírenlos!”

Hay que hacer un llamado a la UNESCO y UNIFEM que manden a rescatarlos. El local, si bien está destruido, tiene sus estructuras de pie aunque sumamente vulnerables. Se ven cosas que hay adentro. Están los archivos. Volvemos a siguiente día con Silvie del Centro Ecuménico de Derechos Humanos. Sale como fiera la guardiana pero les explicamos y nos explica. Agradecemos su cuido y nos vamos al siguiente encuentro con el presente y el pasado. Nos cuenta que la Secretaria Ejecutiva de la organización llegó esta mañana. Nos alegramos. En sus manos debe colocarse lo que se rescate pues es legado de las protagonistas-guardianas.

Nos vamos al segundo local, el de Kay Famm. Otra vez somos interceptados inmediatamente. Esta vez es un joven canadiense que se dedica a vigilar el local, no tan destruido, pero inhabilitado. De este todas las activistas salieron ilesas, salvo su directora, Magalie Marceline, quien andaba en el momento del terremoto en una reunión en un edificio del cual acababa de salir en el momento del temblor.

Nos pide identificación y explicaciones. Nos deja entrar y nos cuenta qué pasó. Se quiebra en medio del vide que le estamos haciendo. “Es que Magalie era mi segunda madre. Soy hijo de una feminista canadiense y la verdad es que ellas me criaron!”

Nos cuenta que ya sabe del Campamento Feminista Internacional y que está trabajando brindando cobertura a MSNBC de Canadá por lo que nos quiere hacer una entrevista. Su trabajo periodístico lo hace desde su puesto de guardián de la memoria.

Magalie vive entre nosotras y en la nueva generación de jóvenes que se dejaron marca por ella. Eso me alienta.

La tercera visita es la local del “Ministerio de la Condición de la Mujer y de los Derechos de la Mujer”. Lo único que quedó de pie en ese fue el letrero que da a la calle. La vista es de espanto. No quedó piedra sobre piedra.

El silencio nos abraza, los escombros nos estremecen, las piernas flaquean, el instinto de aviva, aunque si tiembla, ya no hay mas nada que pueda caer. Dos pisos de concreto tirados en el suelo como si fueran de papel regado por el viento.

En la entrada no hay guardianes ni guardianas. Miriam Merlett, una de las feministas fallecidas que a su vez era fundadora de Enfo Famm con otras, le había puesto mucho esfuerzo político a ese Ministerio. La Ministra y mucho personal había muerto también.

Recojo una hoja de entre todo el material disperso entre los pedazos de cemento. Es una invitación fechada del 10 de mayo del 2007, dirigida a la Ministra para un “Foro Nacional de Educación para Todos”. La ministra de ese tiempo era Marie Laurence Lassegue, actual Ministra de Cultura, una de las sobrevivientes.

La mano me tiembla. Parece mentira que un pedazo de papel pueda cobrar de repente tanto significado. No se si es la primera pieza de historia que se recupera, pero se la voy a llevar a las organizaciones de mujeres haitianas para su museo o tal vez busco a la Ministra de Cultura cuando sea prudente, para pedirle que solicite intervención a la UNESCO y a UNIFEM para recuperar la memoria.

Una profunda tristeza se me mezcla con el aliento de un camino para la recuperación de la memoria. Rindo homenaje a las desaparecidas de la historia para que no se nos vayan.

María Suárez Toro, RIF
y Centro de Comunicaciones,
Campamento Internacional Feminista

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