Entrevista a Maya
Alvarado sobre la diligencia judicial sostenido en Guatemala, en la semana
del 24 al 28 de septiembre del 2012, donde por primera en el mundo un Tribunal
Nacional escuchó como anticipo de prueba los testimonios de 15 mujeres mayas quek´chies
sobrevivientes de explotación sexual y cuatro hombres sobrevivientes de
tortura, entre los años 1982 al 1986, en el destacamento de Sepuj Sarco, durante el conflicto armado interno en
Guatemala.
Texto de la Entrevista
a Maya Alvarado
Petateras: ¿Qué
organizaciones participaron en el caso?
La diligencia judicial que
se realizo del 24 al 28 de septiembre, es el fruto de la querella interpuesta
en septiembre del 2011, ante el Sistema de Justicia, se solicito para que 15
mujeres quek´chies, sobrevivientes de esclavitud sexual, pudieran rendir sus
testimonios como prueba anticipada.
Junto con ellas,
declararon cuatro compañeros que fueron víctimas
de torturas en el destacamento de Sepuj Sarco.
El trabajo que se ha
realizado, ante de la querella fue la construcción del caso: el mapeo, relación
de hechos, de testimonios, como algunas de las señoras son testigas de las
otras y los señores también- no solo de
lo que se vivió en el destacamento, sino también de lo que se vivió en la
comunidad.
Las características de la
querella es que cuando sucedieron estos hechos, no había presencia guerrillera
armada en esa región, por lo tanto no
están justificados la cantidad de destacamentos militares, que estaban
presentes ahí.
Lo que si estaba
sucediendo eran las demandas de tierras, por parte de campesinas y campesinos,
de hecho la Masacre de Panzós, sienta este precedente. Estas campesinas y
campesinos estaban en gestión de la tierra, no había levantamientos, ellos
gestionaban la tierra frente al Instituto de Nacional de Transformación Agraria.
Los finqueros de la zona aprovechando el contexto del situación de conflicto armado, y que ven a
esta población como su enemigo, como parte del enemigo interno, una estrategia que
instrumentalizo el Ejército y el Estado dentro de su doctrina de seguridad,
instrumentalizan al Ejercito y los finqueros brindan sus fincas para que se
instalen allí, eran destacamentos con distintas funciones.
Por ejemplo en la Finca Tinajas,
estaba el destacamento de exterminio; de hecho en marzo de 2012, se realizó una
exhumación allí, en la cual se encontraron aproximadamente 55 osamentas, contando con las exhumaciones
previas, de dos y tres hallazgos.
El destacamento de Sepuj Sarco,
era de descanso, y en ese descanso, las mujeres eran obligadas[ii] a
llegar a lavar la ropa, cocinarles y eran violadas. En ese destacamento en
turnos de cada tres días, como declara para servir a la tropa. Las mujeres no
podían excusarse de asistir, porque había un mecanismo de control de población.
Y lo que sienta precedente para que las mujeres bajo terror acudan, aparte de
que sus esposos habían sido secuestrados y desaparecidos, previamente a esta organización
administrativa que hizo el Ejército.
Esto lo organizó el ejército
administrativamente, y muchas de las mujeres eran inyectadas u obligadas a
tomar pastillas para que no salieran embarazadas, todo lo cual habla de una
acción planificada, premeditada. Mencionaba como hecho del terror que se
instala, el asesinato de una mujer con sus hijas de 8 y 7 años.
Salieron del destacamento
con una mochilita y las matan en un rio, esos cuerpos se recuperaron, de tal
manera que también constituyen pruebas de las palabras de las mujeres y del
terror instalado dentro de la población.
En este proceso que
llevamos a cabo, las mujeres y los señores señalaron, en su calidad de testigos
de sus vidas y de los hechos, a integrantes del ejército, patrulleros y
comisionados militares. Mencionaron los nombres de algunos finqueros, algunos
muertos.
Todo aparece en la
querella penal y se tendrá que hacer la investigación correspondiente. El caso
abarca seis años, y están comprometidas
cuatro cadenas de mando militares y es la primera vez que un Tribunal nacional escucha
a víctimas de propio país, en casos de este género.
El caso avanza por los
avances de casos de este tipo en Tribunales Internacionales, y es importante de
esta gestión judicial, es que otros países del mundo que han sufrido
conflictos, puedan analizar la posibilidad de realizar estos procesos en cada
país, de acuerdo a los contextos por supuesto.
En Guatemala, no es que el
contexto sea muy favorable, pero en el caso de la justicia, han avanzado
algunos casos relacionados con el genocidio, por esto las organizaciones
veíamos que podría ser propicio, aunado a la decisión de las mujeres en su demanda de justicia y de insistir en las posibilidades de justicia, todo ello ha hecho
posible lo actuado.