22 de agosto de 2010

Encuentro Internacional de las mujeres y pueblos contra la militarización

Desde Colombia

Con las palabras y los cuerpos

21 de agosto en Barrancabermeja, ciudad petrolera y de luchas, que a fines de los años cuarenta vivió el poder popular hecho gobierno, violentamente desalojado por fuerzas militares. Sitio de luchas históricas, de resistencias armadas y pacíficas, de organización sindical y movilización social. Cuna y tumba de cientos de activistas y dirigentes de las más variadas expresiones políticas.
Durante todo el día, en largas jornadas de discusión, se hizo la palabra y se le dio caminos, como dicen por acá. Debates y propuestas, testimonios, denuncias, nombres y música, bailes y consignas. Se instaló el encuentro con la presencia de la comisión organizadora, representantes de organizaciones, personajes de la vida política nacional y local, la gran afluencia del movimiento colombiano de mujeres y pueblos contra la guerra; y las delegaciones internacionales.
Piedad Córdoba, senadora reconocida en Colombia y Latinoamerica denunció la militarización del deseo, del amor, de los territorios como política de estado; celebró la vida de las mujeres y sus organizaciones, especialmente a la Organización Femenina Popular, una de las organizadoras del evento, y agitó el ambiente con su voz y su cuerpo de mujer afro, enérgica y poderosa, para reiterar que sólo podemos vivir la vida de estos pueblos con dignidad y justicia, y que para eso se necesita hacer oposición desde la izquierda. Resistir y jamás desistir, enfatizó, y aseguró que como lo han vivido en este país no se puede combatir la guerra con más guerra, pues ésta sólo trae odio, violencia y más pobreza.
Antes y después de su intervención se analizó la militarización como un fenómeno que va más allá de uniformes y armas o sólo ejércitos, a partir de una experiencia de investigación a cargo de Laura Gil, politóloga, quién explicó el fenómeno de naturalización y normalización de la lógica militar en la vida de las comunidades. Acompañada del empobrecimiento y la custodia de los intereses transnacionales, los cuerpos militares se hacen populares a través de estrategias que desarrollan para ganarse la confianza de las y los civiles. Palanquero, base militar norteamericana en el centro de Colombia, es el centro de su interesante estudio donde destaca cómo la presencia militar norteamericana impactan especialmente en las mujeres a través de la tolerancia y aliento al trabajo sexual femenino en la zona y la introducción de sus valores militares como los deseados para las niñas y adolescentes mujeres, entre otros.
Posterior a ellas mujeres diversas con nombres que no recogimos, lastimosamente, representantes de sectores campesinos, indígenas, negros, urbanos, obreros y artistas se turnaron en la palabra para contar y reflexionar sobre los terribles impactos de la militarización en sus vidas y comunidades; en actividades productivas y tejidos sociales rotos por la violencia, el desplazamiento, la muerte y la desaparición. Compartieron sus maneras de resistir y de proponer las alternativas a los planes de muerte que no son los suyos.
Ellas, la gran mayoría del encuentro y una buena cantidad de hombres luchadores contra la guerra, vinieron de muchas regiones del país con delegaciones de todas las regiones que trayendo sus experiencias, sus platos y vasos, compartieron pensamientos y alimentos.
Al cerrar el evento del día llamado Día de las mujeres, la Marcha Mundial de las Mujeres se expresó a través de su representante Miriam Nobre para dar cuenta de la enorme cantidad de acciones y de oposiciones que las mujeres latinoamericanas y caribeñas enfrentan en sus países, y las iniciativas comunes que han llevado a cabo. Por la tarde de este día se hicieron los grupos de trabajo en los que se reflexionó sobre la base de preguntas generadoras de discusiones que desembocaron en una plenaria para compartir y socializar propuestas.
Por la noche, se realizó una marcha llamada La Marcha de la Luz, con velas y con piedras en las cuales se escribieron los nombres de personas asesinadas por el militarismo, éstas fueron depositadas en el Parque de la Vida, sitio de llegada de la caminata, y antiguo cementerio de la ciudad.
Durante el camino la delegación hondureña se hizo escuchar con las consignas nacionales: Gringos basura, fuera de Honduras, Ni golpes de estado, ni golpe a las mujeres, Contra el golpe militar, la resistencia popular.
Igualmente se corearon las consignas que resuenan en todas las luchas del continente, las de los pueblos indígenas, las feministas, y las de los movimientos populares.
Cayó la noche y la llovizna, un evento cultural lleno de alegría se desarrolló en el parque de la Vida y al filo de las diez de la noche los y las caminantes volvieron a sus sitios de descanso sintiendo que hace semanas estamos en Colombia y su gente que lucha ya es nuestra.

Para nuestros muertos, ni un minuto de silencio,
toda una vida de lucha y resistencia
Por qué, por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina.
(consignas de la movilización contra la guerra)

COPINH-COMPA
FEMINISTAS EN RESISTENCIA
INHESCO
COFADEH
Organizaciones miembras del Frente Nacional de Resistencia Popular FNRP.

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