Compañeras:
Gracias al trabajo de Feministas en Resistencia, con indignación conocimos los hechos represivos en contra de pobladores y pobladoras de Zacate Grande, quienes fueron golpeadas, detenidas arbitrariamente y amenazadas de violación el pasado 21 de agosto de 2010, por ejercer de manera legítima su derecho a la tierra. Nos preocupa de manera particular que mujeres y sus familias hayan tenido que dejar la comunidad para buscar refugio, así como la afectación de al menos 58 familias.
Tenemos información que detrás de lo que parece un conflicto intercomunitario están los intereses económicos de un cacique que actúa con la complicidad del gobierno.
Sabemos que este no es un acto aislado, que las mujeres y los hombres que defienden los derechos humanos en Honduras son objeto constante de persecución, golpes, amenazas, violencia sexual y hasta asesinato, por parte de policías, militares y otros grupos del Estado; quienes lejos de cumplir su obligación de velar por los derechos humanos, cometen todo tipo de violencia en contra del pueblo hondureño.
Sabemos también que el actual gobierno ha mantenido y profundizado su política represiva en contra de toda persona o pueblo que denuncia la falta de democracia y estado de derecho en el país y que se opone a los intereses de las familias, caciques, empresas y grupos delictivos que controlan y manejan las instituciones y recursos públicos a su antojo. Lejos de impulsar un proceso de paz y reconciliación ha violado derechos fundamentales y agudizado la violencia dejando a la mayoría en total indefensión. La situación es incluso más grave que durante el golpe de Estado .
Las mujeres hondureñas de forma valiente se han mantenido firmes en la resistencia contra la injusticia. Como ocurre en nuestros pueblos la defensa de la tierra ha sido una bandera principalmente de las mujeres, quienes sabemos lo importante de este recurso para la vida, el alimento de las familias y el desarrollo cultural. A pesar de que muchas veces se nos ha despojado de la propiedad de la tierra y de la dificultad de tomar decisiones sobre ella, siempre hemos estado al frente de los movimientos que la defienden y la cuidan.
Queremos que sepan que estamos con ustedes, que su lucha es la lucha de todos los pueblos en Mesoamérica. Que no dejaremos de denunciar cualquier nuevo acto de hostigamiento y amenaza contra las mujeres y el pueblo de Zacate Grande y que difundiremos en nuestra familia, organización, comunidad y país, los aprendizajes que su digna lucha nos está aportando.
Finalmente queremos hacerles un llamado a evitar la confrontación entre personas del propio pueblo y que por todos los medios se evite la violencia, sobre todo la que pueda afectar a las mujeres , las niñas y los niños.
Un abrazo solidario.
PARA UNIRTE A ESTA CARTA DE SOLIDARIDAD escribenos a petateras@gmail.com
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