Por Alda Facio
El feminismo transformador, holístico e integrador, no puede ser de derechas porque incluye en su visión la necesidad de transformar las estructuras que mantienen oprimidas a todas las mujeres y no sólo a unas mujeres. Por eso el feminismo es también anti racista, anti homo y transfóbico, anti todas las formas de discriminación al tiempo que promueve y se basa en una visión planetaria, ecologista y espiritualista (esto último por incluir aquella parte de nuestras vidas que tiene que ver con nuestra espiritualidad que también ha sido colonizada por las religiones patriarcales.)
Así como un feminismo racista u homofóbico es una contradicción porque es imposible pretender eliminar la desigualdad entre hombres y mujeres si no se elimina la desigualdad que padecen las mujeres pertenecientes a razas o etnias o grupos históricamente discriminados, también el feminismo de derecha es otra contradicción o más bien una imposibilidad porque cómo se puede lograr la igualdad entre mujeres y hombres si no se transforman las estructuras políticas y económicas que mantienen a las mujeres entre los grupos más pobres y violentados del mundo? Ni siquiera se podría eliminar la violencia contra las mujeres, algo que la derecha siempre dice apoyar, sin transformar las estructuras patriarcapitalistas que la derecha más bien quiere fortalecer.
Es cierto que en las izquierdas hay gente, hombres y mujeres, que son extremadamente sexistas y machistas y los hay que hasta luchan por mantener los privilegios de sexo sin entender que los privilegios de clase están fundados y sólo son posibles gracias a los privilegios de sexo. No han querido o podido entender que si no se elimina la discriminación contra todas las mujeres, no podrá eliminarse ni la pobreza, ni la colonización, ni los fundamentalismos, ni la violencia ni la guerra ni cualquiera de los males que se deben al patriarcado antes que al capitalismo. Hay izquierdas que reducen el feminismo a la "equidad de género" porque no entienden ni la "f" de lo que significa el feminismo pero eso no significa que la izquierda sea ideológicamente sexista sino que está compuesta de personas machistas. Mientras que la derecha es ideológicamente incompatible con el feminismo por lo que ya dije antes y que muchas han escrito sobre esto de mucha mejor manera que yo.
Se nos acusa de no hacer análisis feminista cuando criticamos al mal gobierno de los Arias y su posible continuidad en su candidata a la presidencia Laura Chinchilla. Es posible que algunos de nuestros análisis sean semejantes a los que hace la izquierda costarricense porque coincidimos en muchos aspectos aunque no en todos. Sin embargo, quiero aclarar que mi análisis nunca es de izquierda aunque coincida, sino que es feminista radical porque parto de analizar la situación desde las categorías que ha inventado el feminismo a través de muchos siglos y no las que utilizan la mayoría de las izquierdas en estos momentos que ni siquiera le dan al feminismo el reconocimiento que le deben. Para mí, el análisis que hace el feminismo transformardor de la realidad incluye, sin reducirlo a eso, a la clase socioeconómica y por eso coincidimos en nuestro análisis de los impactos que tienen los tratados de libre comercio, por ejemplo. El análisis feminista o de género nos lleva a ver y entender que esos tratados impactan más negativamente a las mujeres pobres pero también a las mujeres de clase media y alta, porque el análisis feminista no permite obviar las diferencias entre las mujeres de distintas clases como sí lo hace el análisis de las izquierdas que invisibiliza la opresión de las mujeres de las clases medias y altas y la diferente opresión de clase que sufren las mujeres pobres comparadas a los hombres pobres.
El feminismo no puede menos que ser transformador porque si es sólo reformista, no puede eliminar las causas de la desigualdad entre mujeres y hombres y la raíz de la opresión de todas las mujeres y de la mayoría de los hombres que es el paradigma patriarcal. Es dentro del paradigma patriarcal que por primera vez se establecen jerarquías claras entre dos grupos humanos basados en su asignación a uno u otro sexo y esto llevó históricamente a que se establecieran otras jerarquías entre grupos humanos basados en su pertenencia a determinadas etnias u otras clasificaciones que se han utilizado para oprimir pues una vez que se ha establecido una jerarquía tan básica como la que existe entre mujeres y hombres, no es difícil establecer otras. Y quisera recordarles a todas las que están en esta lista que muchas mujeres antes que Marx hicieron un análsis de la opresión y colonización de las mujeres como la primera y más básica forma de opresión de un grupo humano sobre otros y también recordarles que fuimos las feministas las que inventamos la categoría de género como un instrumento para visibilizar la desigualdad entre mujeres y hombres en todos los sectores, niveles, esferas, áreas y formas de entender el mundo que hoy día ha sido tergiversado y reducido a la "equidad de género". La perspectiva de género fue inventada para eliminar la perspectiva androcéntrica que invisibilizaba a las mujeres y que era la perspectiva que pasaba por una no perspectiva, es decir, la que pasaba por la objetividad misma. Así la historia patriarcal nos borraba al tiempo que lo hacía de forma que parecía "objetiva" y científica. Nunca pensé que el "género" se iba a convertir en "equidad de género" y que este último se utilizara en vez de "igualdad entre mujeres y hombres" que ha sido la meta de todos los movimientos feministas que nos antecedieron porque entendían que la igualdad no se reducía a darle a las mujeres lo que ya habían logrado los hombres sino a lograr una sociedad en donde hombres y mujeres fueran igualmente valorados aunque fueran totalmente distintos e hicieran cosas distintas. Mucho menos imagine que la perspectiva de género o el análisis de género llegaría a utilizarse como un instrumento para de nuevo desaparecer a las mujeres. Uff...qué rabia que me da!!!!!
Conociendo el Debate previo entre Las Petateras
Marusia Lopez Cruz dijo: Un rasgo en común de los Observatorios que hemos desarrollado en Nicaragua y Honduras, es el cuestionamiento sobre el pacto patriarcal por parte de actores autodenominados de izquierda, que en los hechos están traicionado muchos de sus fundamentos. Por eso, nos pareció muy importante llevar esta reflexión al Foro Social de las Américas, sobre todo de cara a la campaña de desprestigio y hostigamiento contra las feministas nicaragüenses que se ha extendido a feministas de otros países mesoamericanos.
Maria Suarez Toro dijo: ¿Le tendremos que llamar "de izquierda? o de una vez "revolución /transformación social"? La izquierda nos remite a polaridades dicotomizadas y a parlamentos (de donde viene la palabra). Como feminista lo que quiero es que los proyectos, procesos y propuestas de revolución/transformación social" se sustenten también en la igualdad entre los sexos y el reconocimiento y respeto de los derechos de las humanas consagrados en las propuestas y practicas mismas para avanzar en ello. Que aborden el patriarcado como paradigma que se expresa en el capitalismo y todas las formas de dominación, control y dicotimización. "Si las mujeres no podemos tener paz y derechos en esos procesos, no es mi revolución!"
Alda Facio dijo: Pienso que como feminista mesoamericana no quiero ni una izquierda patriarcal ni una derecha feminista (Sarah Palin). Las feministas que no somos ni de derecha ni de izquierda hemos luchado durante generaciones por una revolución profunda que produzca una sociedad basada en la ética del cuido en vez de sociedades, ya sean capitalistas o socialistas, basadas en la ética de la producción de bienes para el beneficio de muchos o pocos que dejan por fuera todo lo relacionado con la reproducción de la vida y que aunque beneficien a muchos, siempre están basadas en la expropiación de lo que debería ser de todas y todos. La mayoría de los gobiernos de izquierda o autodenominados de izquierda siempre priorizan lo público y la producción de bienes antes que la vida privada y el cuido de todas las formas de vida así que yo no sé si Ortega es o no de izquierda, lo que sé es que es un cochino patriarca y por ende, no merece el respeto de nadie. Estoy en Warsaw donde las feministas dicen que mil veces prefieren el horrible capitalismo a lo que les tocó vivir bajo el socialismo soviético. Pero por qué tenemos que escoger? Yo pienso que podemos ir construyendo nuestras utopías sin tener que encajarlas en socialismo o capitalismo.
Liduvina Méndez García dijo: ¿Qué izquierda queremos las feministas? Pues una izquierda feminista, ecologista, que promueva el cuidado de la vida, en lo personal y en lo colectivo, que viva sus propuestas. Hasta ahora no conozco una izquierda así, por esa razón, no participo en ningún grupo, partido... que sea de izquierda. Comparto con la izquierda el sueño de la justicia social, de la distribución equitativa de la riqueza, pero resulta que la entendemos de maneras muy diferentes, pues ellos solamente ven pobres, me parece que su propuesta de democratización se queda más en el nivel de la institucionalidad, que en el nivel de las relaciones sociales, por esa razón las reivindicaciones feministas, de los pueblos indígenas y otras no son incluídas, y en su propuesta no cuestiona de manera contundente el patriarcado ni el racismo.
Desde mi punto de vista, las feministas seguimos cuestionando a las izquierdas porque estas siguen siendo patriarcales e incongruentes con muchos de sus principios. Sobre este tema, podríamos hacer una investigación, me doy cuenta que seguramente le falta argumentos a lo que expreso pero, en la historia, las izquierdas no han sido nuestras aliadas, muy por el contrario, generalmente solamente han utilizado y en otros condenado el accionar feminista.
Mariela Arce: Hola a Todas, creo que la categoría de izquierda y derecha buscan diferenciar proyectos históricos antagónicos y pretendían no dar paso a ambiguedades políticas, no obstante estas categorías se han quedado cortas y paradójicamente dan paso a prácticas políticas más ambiguas que nunca, tales como un antiimperialista violador de mujeres. Originalmente, por lo menos en teoría, aprendimos que se refieren a proyectos uno de muerte y explotación de los seres humanos y el otro de vida y de igualdad liderizados por "gente clara políticamente y buena". No obstante, la práctica ha demostrado que esta forma de abordar nuestras realidades ha permitido el desarrollo de perversiones y manipulaciones (que se creían solo potestad de la derecha) por parte de algunos autodefinidos izquierdistas, así como el anquilosamiento y poco desarrollo de propuestas integrales de transformación que respondan a los nuevos retos de nuestras sociedades y sus complejas dinámicas. Hoy padecemos un liderazgo de izquierda ahistórico, poco autocrítico, ignorante de nuevas perspectivas, sin discurso cónsono con los nuevos protagonismos sociales; padecemos un liderazgo patriarcal. Así que respondo a la pregunta elaborada en base a esas categorías, aunque hoy me cuesta verme en ellas:
-Me considero una feminista de “izquierda no fundamentalista”, quiero ser parte de un proyecto histórico liberador bajo diversos paradigmas de construcción de felicidad y realización humana, y que no sea el paradigma único impuesto y reciclado del machismo leninista el que nos señale “lo políticamente correcto”.
-Quiero una izquierda radicalmente democrática que luche contra cualquier forma de violencia y discriminación entre los seres humanos.
-Una izquierda dispuesta a ser dialéctica e histórica que se mire autocráticamente para crecer y seguir alimentando múltiples paradigmas de vida y que permita la diversidad y el diálogo como método de trabajo político. Que reconozca sus errores, debilidades y retos.
-Una izquierda que no tire LA LÍNEA caudillista, sino que sea lo suficientemente sabia como para escuchar y consultar a las personas y potenciar liderazgos para la toma de decisiones colectivas, informadas y en conciencia.
-Una izquierda abierta al intercambio con otros paradigmas revolucionarios y al aprendizaje permanente.
-Una izquierda que no le tema cuestionar a los malos liderazgos de izquierda, que no se haga la de la vista gorda con sus “camaradas” y les tapen sus delitos.
-Una izquierda que busque la coherencia entre lo privado y lo público y que reconozca que los líderes machistas y abusadores no son revolucionarios sino una ofensa al proyecto liberador.
-Una izquierda que tenga la ética, la transparencia y la lucha contra la corrupción como principios de trabajo.
-Una izquierda cuyo paradigma sea la plena realización planetaria, el derecho al placer y a la felicidad en todas las etapas de la vida.
En fin, deseo una izquierda de Verdad con una visión histórica, dialéctica, holística, alegre, sana, ética, respetuosa de las diferencias, no fundamentalista, una izquierda feminista. Hoy cuestionamos a nuestras izquierdas por incoherentes e irresponsables, por estafar los sueños y utopías que han estado vendiendo a nuestros pueblos, por jugar con las esperanzas y solidaridades de miles de hombres y mujeres que han dado su vida por seudo proyectos revolucionarios.
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